Ya tienes a tu cachorro en tus manos. A partir de este momento, se aproxima una etapa de su vida en la que debemos saber lo primordial para hacer de él un adulto equilibrado, sociable y feliz. Los esfuerzos que hagamos los primeros meses de su vida redundarán positivamente tanto en nuestro futuro como en el suyo.
Cuando un teckel llega a nuestra casa, debemos tener en cuenta una serie de aspectos importantes y comprender asimismo el cambio que el traslado a su nueva casa representa en su vida. Es por esto por lo que te aconsejamos que tengas en cuenta los siguientes puntos:
Generalmente, se requiere un desplazamiento previo para llevar al cachorro a su hogar. Es normal que, tras el viaje, se sientan algo mareados e incluso vomiten. No hay razón por la que preocuparse, le limpiamos bien, o si lo consideramos necesario, bañamos con agua templada, secándolo inmediatamente con un secador.
Cuando llegue a casa, tendremos que dejarle tranquilo durante dos o tres días. Hay que darle tiempo para que se adapte a la nueva casa. Lo ideal sería colocar una cama cómoda, ya que no hay que olvidar que los cachorros duermen mucho y por tanto, propiciarle un lugar confortable hará que su descanso sea pleno. Si hay niños en casa, procurad que lo traten con la máxima tranquilidad para que se acostumbre a ellos y no se asuste con facilidad.
La primera noche es posible que llore. Ponedle en un sitio cercano a nosotros donde se sienta acompañado, no olvidemos que desde que nació, ha vivido acompañado de una manada y de repente, se encuentra solo con personas desconocidas. Una caricia, una voz tranquila, serán suficientes para que en poco tiempo se sienta a gusto y calmado. Esta situación puede durar más o menos tiempo, pero con paciencia y amor, pronto se sentirá parte de la familia.
Durante los días siguientes a la recogida del cachorro, éste sufre una bajada brusca de las defensas producida por el estrés que le supone tal cambio, es por esto, que debemos extremar las condiciones de higiene, mantener la misma alimentación, evitar que se moje y en caso de que ocurra secarlo rápidamente. Es adecuado evitar el contacto con otros perros ajenos de los que no dispongamos información relativa a sus vacunas, desparasitaciones … Y por supuesto, no podemos dejarlo en el suelo de la calle hasta que su calendario de vacunación esté completo, es decir, su tercera vacuna. En caso de que aún le faltara alguna vacuna, sacadle a la calle en brazos siempre que sea posible, pues es importante que se acostumbre a los ruidos propios de las ciudades.
Intentad evitar la subida y bajada por escaleras, especialmente durante el primer año, así como saltos bruscos para subir o bajar del sofá. Como probablemente sabréis, la longitud de la columna de los teckel es mayor que la del resto de los perros, y esto implica que debemos minimizar los riesgos, y protegerla de una manera especia para que no sufra. Por eso, aconsejamos que cada vez que vayáis a subir o bajar escaleras lo cojáis en brazos y que para subir o bajar del sofá o la cama, tenga una rampa a su disposición y evitar de esta forma el impacto de los saltos.
Todo el esfuerzo que hagamos durante sus primeros meses de vida, será definitivo para tanto nuestra felicidad como la suya. De un perro bien enseñado se disfruta, con un perro mal enseñado se sufre. Poned las normas que consideréis pertinentes desde el principio. Por ejemplo, si no queréis que se suba al sofá, no le cojáis encima de vosotros cuando es un cachorro. Un perro nunca olvida, si le subes una vez, intentará hacerlo siempre. Antes de su llegada, debéis acordar en la familia sobre lo que se le estará permitido y prohibido cuando vuestro perro sea adulto, para ser capaces de actuar en consecuencia desde el primer día y evitar problemas en un futuro.
No dejéis a su alcance nada importante. Lo que se encuentre lo utilizará como juguete para divertirse y calmar sus encías mordiéndolo hasta destrozarlo. Comprad juguetes exclusivamente para él. Lo conveniente sería dárselos de uno en uno, es decir, retirándole el juguete del día anterior y proporcionándole uno nuevo cada día, de esta manera se consigue mantener su interés al ir variando de tipo de juguete constantemente. Es necesario que los juguetes sean de buena calidad, aconsejamos los de la marca KONG y más concretamente los de la serie roja y negra, ya que no suelen romperlos dada su resistencia. Esto es muy importante, tienen unos dientes capaces de destrozar todo, con el consiguiente peligro de atragantamientos u obstrucciones por ingestión de piezas.
Recomendamos que le acostumbréis a un trasportín. Si lo hacéis desde un principio, será un lugar en el que se sentirá a salvo y protegido, será su refugio. Una forma de hacerle familiar al trasportín es dejándole cortos periodos de tiempo cuando tengamos que salir. También será una manera muy segura para viajar, además de una forma cómoda para acostumbrarle a que aguante por la noche sin hacer sus cosas. Hacedlo al principio con la puerta abierta, debe ser un proceso de paciencia y lento. No debemos forzarlo, ya que lo que podemos conseguir con eso es un rechazo por su parte. Invitadlo a entrar introduciendo chuches en la puerta del transportín y posteriormente dentro. Cuando veamos que entra tranquilamente, entornaremos la puerta y, si vemos que se siente tranquilo, la cerraremos durante un periodo muy corto de tiempo al principio, progresivamente iremos alargando dicho tiempo. Ya veréis que con cariño y paciencia, lo conseguiréis antes de lo que os imaginéis. Es importante tener en cuenta que el transportín no es una jaula donde dejar a nuestro perro cuando nos molesta, solo es una ayuda para el adiestramiento y viajes.
Con respecto a la alimentación, habrá darle tres veces al día hasta que cumpla los 6 meses y dos veces a partir de entonces. Preguntad a su cuidador previo qué tipo de comida consume, para continuar con la misma inicialmente e ir modificando paulatinamente a la que habéis decidido darle.
Tened muchísimo cuidado de que no coman nada que no sea su pienso, en caso de que lo hicieran y algo les siente mal, contactad con el veterinario, él os aconsejará como proceder.
Hacedle esperar por la comida dándole la orden de “sienta” o “siéntate” para que no se convierta en un perro ansioso. A medida que crezca, debéis alargar el tiempo de sentado hasta recibir el plato.
El teckel es un perro tenaz, no hay que ceder a pesar de su insistencia, aunque nos resulte a veces cansino. Siempre que debamos regañarle, lo haremos con un tono de voz firme pero no estridente. Son muy vulnerables a las malas formas y debemos evitar que nos tengan miedo. Si se corrige su conducta de forma seria, pero sin gritos y mucho menos, malas formas, nos obedecerán, pues son obedientes y agradecidos.
Ahora que lo esencial está dicho, toca disfrutar mucho de este pequeño que tantas alegrías y enfados os va a proporcionar el resto de su vida.
Con cariño y amor, tendremos la mayor de las recompensas, su fidelidad y amor incondicionales.
Como dar la bienvenida a tu cachorro teckel
Ya tienes a tu cachorro en tus manos. A partir de este momento, se aproxima una etapa de su vida en la que debemos saber lo primordial para hacer de él un adulto equilibrado, sociable y feliz. Los esfuerzos que hagamos los primeros meses de su vida redundarán positivamente tanto en nuestro futuro como en el suyo.
Cuando un teckel llega a nuestra casa, debemos tener en cuenta una serie de aspectos importantes y comprender asimismo el cambio que el traslado a su nueva casa representa en su vida. Es por esto por lo que te aconsejamos que tengas en cuenta los siguientes puntos:
Generalmente, se requiere un desplazamiento previo para llevar al cachorro a su hogar. Es normal que, tras el viaje, se sientan algo mareados e incluso vomiten. No hay razón por la que preocuparse, le limpiamos bien, o si lo consideramos necesario, bañamos con agua templada, secándolo inmediatamente con un secador.
Cuando llegue a casa, tendremos que dejarle tranquilo durante dos o tres días. Hay que darle tiempo para que se adapte a la nueva casa. Lo ideal sería colocar una cama cómoda, ya que no hay que olvidar que los cachorros duermen mucho y por tanto, propiciarle un lugar confortable hará que su descanso sea pleno. Si hay niños en casa, procurad que lo traten con la máxima tranquilidad para que se acostumbre a ellos y no se asuste con facilidad.
La primera noche es posible que llore. Ponedle en un sitio cercano a nosotros donde se sienta acompañado, no olvidemos que desde que nació, ha vivido acompañado de una manada y de repente, se encuentra solo con personas desconocidas. Una caricia, una voz tranquila, serán suficientes para que en poco tiempo se sienta a gusto y calmado. Esta situación puede durar más o menos tiempo, pero con paciencia y amor, pronto se sentirá parte de la familia.
Durante los días siguientes a la recogida del cachorro, éste sufre una bajada brusca de las defensas producida por el estrés que le supone tal cambio, es por esto, que debemos extremar las condiciones de higiene, mantener la misma alimentación, evitar que se moje y en caso de que ocurra secarlo rápidamente. Es adecuado evitar el contacto con otros perros ajenos de los que no dispongamos información relativa a sus vacunas, desparasitaciones … Y por supuesto, no podemos dejarlo en el suelo de la calle hasta que su calendario de vacunación esté completo, es decir, su tercera vacuna. En caso de que aún le faltara alguna vacuna, sacadle a la calle en brazos siempre que sea posible, pues es importante que se acostumbre a los ruidos propios de las ciudades.
Intentad evitar la subida y bajada por escaleras, especialmente durante el primer año, así como saltos bruscos para subir o bajar del sofá. Como probablemente sabréis, la longitud de la columna de los teckel es mayor que la del resto de los perros, y esto implica que debemos minimizar los riesgos, y protegerla de una manera especia para que no sufra. Por eso, aconsejamos que cada vez que vayáis a subir o bajar escaleras lo cojáis en brazos y que para subir o bajar del sofá o la cama, tenga una rampa a su disposición y evitar de esta forma el impacto de los saltos.
Todo el esfuerzo que hagamos durante sus primeros meses de vida, será definitivo para tanto nuestra felicidad como la suya. De un perro bien enseñado se disfruta, con un perro mal enseñado se sufre. Poned las normas que consideréis pertinentes desde el principio. Por ejemplo, si no queréis que se suba al sofá, no le cojáis encima de vosotros cuando es un cachorro. Un perro nunca olvida, si le subes una vez, intentará hacerlo siempre. Antes de su llegada, debéis acordar en la familia sobre lo que se le estará permitido y prohibido cuando vuestro perro sea adulto, para ser capaces de actuar en consecuencia desde el primer día y evitar problemas en un futuro.
No dejéis a su alcance nada importante. Lo que se encuentre lo utilizará como juguete para divertirse y calmar sus encías mordiéndolo hasta destrozarlo. Comprad juguetes exclusivamente para él. Lo conveniente sería dárselos de uno en uno, es decir, retirándole el juguete del día anterior y proporcionándole uno nuevo cada día, de esta manera se consigue mantener su interés al ir variando de tipo de juguete constantemente. Es necesario que los juguetes sean de buena calidad, aconsejamos los de la marca KONG y más concretamente los de la serie roja y negra, ya que no suelen romperlos dada su resistencia. Esto es muy importante, tienen unos dientes capaces de destrozar todo, con el consiguiente peligro de atragantamientos u obstrucciones por ingestión de piezas.
Recomendamos que le acostumbréis a un trasportín. Si lo hacéis desde un principio, será un lugar en el que se sentirá a salvo y protegido, será su refugio. Una forma de hacerle familiar al trasportín es dejándole cortos periodos de tiempo cuando tengamos que salir. También será una manera muy segura para viajar, además de una forma cómoda para acostumbrarle a que aguante por la noche sin hacer sus cosas. Hacedlo al principio con la puerta abierta, debe ser un proceso de paciencia y lento. No debemos forzarlo, ya que lo que podemos conseguir con eso es un rechazo por su parte. Invitadlo a entrar introduciendo chuches en la puerta del transportín y posteriormente dentro. Cuando veamos que entra tranquilamente, entornaremos la puerta y, si vemos que se siente tranquilo, la cerraremos durante un periodo muy corto de tiempo al principio, progresivamente iremos alargando dicho tiempo. Ya veréis que con cariño y paciencia, lo conseguiréis antes de lo que os imaginéis. Es importante tener en cuenta que el transportín no es una jaula donde dejar a nuestro perro cuando nos molesta, solo es una ayuda para el adiestramiento y viajes.
Con respecto a la alimentación, habrá darle tres veces al día hasta que cumpla los 6 meses y dos veces a partir de entonces. Preguntad a su cuidador previo qué tipo de comida consume, para continuar con la misma inicialmente e ir modificando paulatinamente a la que habéis decidido darle.
Tened muchísimo cuidado de que no coman nada que no sea su pienso, en caso de que lo hicieran y algo les siente mal, contactad con el veterinario, él os aconsejará como proceder.
Hacedle esperar por la comida dándole la orden de “sienta” o “siéntate” para que no se convierta en un perro ansioso. A medida que crezca, debéis alargar el tiempo de sentado hasta recibir el plato.
El teckel es un perro tenaz, no hay que ceder a pesar de su insistencia, aunque nos resulte a veces cansino. Siempre que debamos regañarle, lo haremos con un tono de voz firme pero no estridente. Son muy vulnerables a las malas formas y debemos evitar que nos tengan miedo. Si se corrige su conducta de forma seria, pero sin gritos y mucho menos, malas formas, nos obedecerán, pues son obedientes y agradecidos.
Ahora que lo esencial está dicho, toca disfrutar mucho de este pequeño que tantas alegrías y enfados os va a proporcionar el resto de su vida.
Con cariño y amor, tendremos la mayor de las recompensas, su fidelidad y amor incondicionales.
Teckel de Safo Safón
www.teckeldesafosafon.com